¿Qué contiene?

Todo certificado de eficiencia energética tendrá como mínimo:

1. Identificación del edificio o, si es el caso, de la parte del mismo que se certifica.

2. Identificación del procedimiento escogido para la obtención de la calificación energética de un edificio (opción general, programa informático, o opción simplificada) indicando la siguiente información:

  •  Descripción de las características energéticas del edificio, envolvente térmica, condiciones normales de funcionamiento y ocupación, instalaciones y otros datos utilizados para obtener la calificación energética del edificio.
  • Identificación de la normativa sobre el ahorro y eficiencia energética que le era de aplicación en el momento de construcción (si existiera).
  • Descripción de las comprobaciones, pruebas e inspecciones llevadas a cabo por el técnico certificador, durante la fase de calificación energética con la finalidad de establecer la conformidad de la información contenida en el certificado energético.

3. Calificación de la eficiencia energética del edificio expresada mediante la etiqueta energética.

 La etiqueta energética muestra, entre otros datos, la calificación energética de un edificio. La escala de la calificación energética son siete letras correlativas. De la letra A (edificio más eficiente energéticamente) a la letra G (edificio menos eficiente energéticamente). Además también constará, entre otros datos, información sobre el consumo de energía anual (kWh/año y kWh/m2) y sobre el consumo de CO2 Anual (kgCO2/año y kgCO2/m2) .

  

Además es obligatorio que la etiqueta energética acompañe a cualquier actividad comercial que se realice para vender o alquilar una vivienda. Por ejemplo, entre otros, en los escaparates de las agencias inmobiliarias y en los diversos portales de internet deberá aparecer la etiqueta energética del inmueble objeto de venta o de alquiler.

4. Documento que recoja las medidas recomendadas por el técnico certificador, clasificadas según su viabilidad técnica, funcional y económica, así como por su repercusión energética, que permitan, en el caso de que el propietario del edificio decida acometer voluntariamente esas medidas, que la calificación energética mejore como mínimo un nivel en la escala de calificación energética.

La etiqueta energética y los certificados energéticos o certificados de eficiencia energética caducan a los 10 años de su emisión. No obstante, la fecha de caducidad variará en función de si, antes del vencimiento del certificado, el titular de la propiedad desea actualizar dicho certificado.